Viajar en bus con bebé: cómo viajar con un bebé en autobús
Muchos piensan que tener un hijo implica que ya no nos podemos mover de casa. Pero viajar con bebés recién nacidos es más habitual de lo que imaginas. Eso sí, hay algunas formas de viajar más recomendadas que otras. Por ejemplo, es recomendable esperar hasta los dos meses para montar a un bebé en un avión. Sin embargo una de las formas de transporte más segura para viajar con bebés es el autobús. Te contamos algunos trucos y aspectos que debes tener en cuenta sobre cómo viajar en bus con bebé.
Cómo viajar con un bebé en autobús de forma segura y cómoda.
Si te preguntas cómo viajar en bus con bebé de forma segura esto es lo que tienes que tener en cuenta. Es aconsejable que los bebés viajen en bus siempre con su sillita y que esta se pueda sujetar bien al asiento. Es fundamental que la sillita esté homologada para que nos asegure que protegerá al bebé y no está contraindicado para su seguridad.
En el caso de realizar recorridos de mucha distancia ten en cuenta que la mayoría de autobuses no disponen de calienta biberones y no podrán ofrecerte este servicio. Además es muy probable que cambiar un pañal sucio en un autobús sea toda una odisea. Sin embargo, los conductores de autobús suelen realizar algunas paradas en vías de servicio para que los viajeros puedan comer, beber y descansar un poco, independientemente de si el autobús tiene o no baño propio. Si lo necesitas habla personalmente con el conductor del autobús y explícale la situación. Seguro que podréis llegar a un punto común para que las necesidades del bebé y la comodidad del resto de viajeros sea la óptima.
¿En qué lado del autobús es más seguro viajar?
Las estadísticas son claras en cuanto en qué lado del autobús es más seguro viajar. Las zonas centrales del autobús son más seguras y aun más si el asiento está en la zona interior, es decir, en el pasillo. A medida que avanzamos hacia las primeras filas y las últimas del autobús, aumenta el riesgo de sufrir un daño mayor en el caso de que tengamos un accidente de tráfico.
Pero no es sólo eso. También influye el hecho de que tengamos asientos delante o no. Aunque pueda parecer lo contrario, es más seguro tener asientos delante, pues reduce el impacto a poco espacio y por ello el golpe es menor. Sobre todo si tenemos en cuenta que es muy frecuente encontrar autobuses donde ni si quiera tenemos cinturones de seguridad.
¿Qué más debo tener en cuenta al viajar en autobús con un bebé?
Hay algo que pocas veces se menciona y que es fundamental: la temperatura. Es muy común estar en verano en mangas cortas y entrar en cualquier establecimiento y morirnos de frío. O al revés. Estar en pleno invierno y subir a un autobús en el que tienes que estar en mangas cortas. El aire acondicionado puede jugarnos malas pasadas al viajar en bus con bebé.
Para asegurarnos de que la temperatura no sea un problema en nuestro viaje en bus con bebé es aconsejable que llevemos mudas de ropa de todas las temperaturas.
Por supuesto también es importante llevar pañales, papillas y biberones suficientes por si el viaje se alarga más de lo esperado. No es común, pero puede que el autobús se averíe o coja un atasco enorme. Estar preparado por si esto ocurre nos ahorrará más de un dolor de cabeza al viajar en bus con bebé.
Consejos para viajar con bebés en autobús
Sí, vale, mi bebé ya va seguro y tiene sus necesidades cubiertas. Pero, ¿algún consejo para que viajar con bebés en autobús?
Lleva juguetes.
Si el viaje en autobús es largo es probable que se le haga pesado. Por muy bueno y tranquilo que sea un bebé en algún momento se aburrirá. Si tienes a mano dos o tres de sus juguetes favoritos podrás utilizarlo para distraerlo, calmar algún llanto inoportuno o hacer más llevadero su viaje.
Lleva comida.
Sí, el conductor seguramente parará para que estiremos las piernas y comamos algo. Pero aun así es importante preveer algún snack rápido para el bebé al que poder recurrir si vemos que tiene hambre o sed y esto puede provocar un llanto que moleste al resto de pasajeros.
¡A dormir!
Intenta que tu bebé esté cansado cuando se monte en el autobús. Incluso si puedes conseguir que entre ya dormido al mismo sería perfecto. Tú conoces a tu bebé mejor que nadie y seguro que ya tienes muchos trucos para lograrlo. En general, con despertarlo un poco antes de tiempo y no dejar que duerma su siesta será suficiente. Si el bebé entra en el bus cansado dormirá todo el viaje y tú estarás más cómoda y tranquila.